La enfriadora de absorción utiliza el agua de refrigeración caliente (residual) de los motores diésel -que normalmente se desecha a bordo- para producir agua fría que sirve a la instalación de HVAC. Como las enfriadoras de absorción utilizan el calor para impulsar el ciclo de refrigeración, sólo consumen una pequeña cantidad de electricidad para hacer funcionar las bombas de la unidad. La refrigeración por absorción puede suponer un ahorro energético de hasta el 95%. Las enfriadoras de absorción suelen utilizar vapor o agua caliente para impulsar el ciclo de refrigeración de bromuro de litio, pero también pueden utilizar otras fuentes de calor.
CÓMO FUNCIONA
Un ciclo de refrigeración por absorción se basa en tres principios básicos:
Cuando un líquido se calienta, hierve (se vaporiza) y cuando un gas se enfría, se condensa.
La disminución de la presión sobre un líquido reduce su punto de ebullición.
El calor fluye de las superficies más calientes a las más frías.
La refrigeración por absorción se basa en un "compresor" termoquímico. Se utilizan dos fluidos diferentes: un refrigerante y un absorbente. Los fluidos tienen una gran "afinidad" entre sí, lo que significa que uno se disuelve fácilmente en el otro. El refrigerante -normalmente agua- puede cambiar fácilmente de fase entre líquido y vapor y circula por el sistema. El calor de una caldera de agua caliente, vapor o una fuente de calor residual impulsa el proceso. La gran afinidad del refrigerante por el absorbente (bromuro de litio) hace que el refrigerante hierva a una temperatura y presión inferiores a las normales y transfiere el calor de un lugar a otro.
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