Consiste en un puente de crâne que recorre la parte superior del almacén mediante un mástil equipado con apilador que puede alcanzar entre 3 y 6 alturas de barco. El apilador incluye una cabina de control que permite la operación manual o semiautomática. Esta solución deja libre el espacio del suelo de la instalación.
Normalmente, esta opción también cuenta con uno o dos lanzadores que colocan las embarcaciones en el agua.
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