
Valdenassi
Quiénes somos
1969 | Neil Armstrong fue el primer hombre en poner su pie en la luna.
1969 | En este mismo año, Luigi Valdenassi (topógrafo) comenzó sus actividades empresariales empezando con la representación de diferentes empresas de productos técnicos italianos.
1987 | La empresa se convirtió en VALDEGAS continuando sus actividades anteriores añadiendo la representación de otras empresas. Estas adiciones fueron el comienzo de la importación directa y de la distribución exclusiva en Italia desde Francia.
1991 | En 1991 la dirección de la empresa fue asumida por el hijo del propietario, Emanuele Maria Valdenassi que se convirtió en el director general. Él impulsó considerablemente la actividad de la empresa y aceleró su crecimiento.
1999 | Emanuele Maria Valdenassi creó la empresa Valdenassi, especializada en el enrejado de teca. La marca Valdenassi se registra como TM (Marca Registrada).
2001 | Emanuele Maria Valdenassi renunció a sus actividades anteriores para dedicarse exclusivamente al negocio náutico.
2005 | La empresa empezó a dedicarse a los muebles de exterior.
2007 | Después de ocho años de crecimiento continuo, la empresa traslada la sede, el almacén y la sala de exposiciones a un nuevo local comercial en Arma di Taggia (Imperia, Italia).
2019 | La empresa celebra su primer vigésimo aniversario y el logotipo de la empresa se actualiza con este motivo.
Hoy en día | La empresa Valdenassi es uno de los líderes mundiales en el suministro de mobiliario de exterior para el sector náutico. Altamente capitalizada, con una posición financiera positiva, continuamente presente en los salones náuticos más importantes y en constante crecimiento.
Nuestros valores
Mi creencia
Creo en la dedicación y en la satisfacción total del cliente por encima de un beneficio económico inmediato.
Creo en las relaciones a largo plazo y las persigo porque dan bases sólidas y un futuro de desarrollo.
Creo que la honestidad, la fiabilidad y la corrección son la esencia misma de mi empresa y su imagen en el mercado. Todos mis colaboradores y proveedores deben respetar también estos valores.
Creo que la receta del éxito es un 10% de inspiración y un 90% de transpiración.
Creo que la meta del éxito está siempre más adelante.
Creo firmemente en el éxito de mi empresa; la mía es una convicción absoluta y como una roca.
La certeza del éxito de mi empresa deriva de tres cosas:
– la conciencia objetiva de mis capacidades;
– la fuerza, el tesón y la satisfacción de crear una empresa de la nada después de haber estado desprovisto de ella;
– la determinación de trabajar y hacerme valer en el ámbito náutico.
Creo, al igual que mi padre hizo conmigo, que tengo la obligación moral de transmitir a mis descendientes todos los frutos de este trabajo.
Creo que todas aquellas personas que entren en contacto con mi empresa deben reconocer la esencia y la importancia de los valores que representa.
