Como la llamada, así el eco. En el caso del Project Echo, de 61 metros de eslora, Turquoise Yachts pedía "una escultura de yate", que destacara la elegancia de una forma no tradicional sin dejar de ser práctico y fácil de usar. El diseñador canadiense Ivan Erdevicki respondió a la llamada.
Con un diseño moderno que rechaza los ángulos agudos, la forma se controla como si surgiera de las manos de un maestro alfarero, o como si el casco y la superestructura hubieran sido canalizados por un túnel de viento. A juego con su elegante deportividad, la superestructura se asienta sobre un casco de semidesplazamiento capaz de alcanzar los 27 nudos.
La larga ventanilla lateral está rodeada por un perfil en forma de ranura. ¿En qué se ha inspirado el diseño de este elemento? El ojo de un Tiranosaurio Rex. Centrándose en la practicidad de uso, Echo mantiene ventanas altas en toda la eslora del yate. Los 5 camarotes de invitados están en la cubierta principal, lo que significa que todos tienen ventanas casi a toda altura. La cubierta del armador está más arriba y la cubierta abierta de proa ofrece entretenimiento para hasta 30 personas al mismo tiempo. Un toque final a la distribución interior es que las escaleras de la cubierta principal a la superior están diseñadas alrededor de la piscina y no integradas en la superestructura. Esto significa que, al ser los escalones muy finos, alguien a bordo puede ver a través de la escalera y salir por el otro lado.
El eficiente rendimiento del Echo se debe a su casco de semidesplazamiento, que puede utilizarse como casco de desplazamiento con motores más pequeños y alcanzar los 17 nudos, o como casco de desplazamiento rápido con un motor más grande para una velocidad de 27 nudos. Esta primera colaboración entre Turquoise y ER Yacht Design puede describirse en cuatro palabras
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