UNA MISIÓN IMPOSIBLE HECHA POSIBLE POR STEELER YACHTS.
Con el Steeler 50TA se hizo realidad un yate semi-planeo para ir a cualquier parte con un toque ecológico.
Los clientes más exigentes son la clientela de Steeler Yachts de Steenwijk. Una y otra vez, sin embargo, se plantean al astillero deseos muy especiales, combinados con especificaciones que a primera vista parecen insolubles.
Por ejemplo, la pareja alemana que se encuentra en la fase final de su vida profesional dispuesta a hacer realidad un sueño. En realidad, varios sueños. Navegar en un barco de 50 pies lujosamente equipado por el Rin y el Mosela, y luego atravesar Francia vía Marsella hasta el Mediterráneo.
Este conjunto de requisitos planteaba por sí solo dos retos principales a los constructores.
Por un lado, una potencia de motor suficiente para poder navegar por el Rin cuesta arriba sin problemas, independientemente de la velocidad de los buques comerciales. Cita original del cliente: "Si veo la catedral de Colonia a media hora a estribor, ¡algo va mal!
Por otro lado, navegar por los canales y túneles franceses con una embarcación de 15 m exige tres requisitos esenciales: Un calado lo menos profundo posible, una altura máxima de 3,50 metros sobre la línea de flotación y una anchura máxima de 5 metros, necesaria para las numerosas esclusas.
Pero los retos para el equipo de diseño y desarrollo de Steeler fueron aún mayores:
Desde Marsella, la ruta debía pasar por Gibraltar, vía Casablanca, hasta las Islas Canarias. Luego, de Gran Canaria a Cabo Verde para una última escala.
Y para coronar el viaje: salida en Mindelo, en las islas de Cabo Verde, y -tras unas 2.100 millas náuticas sin escalas a través del Atlántico Norte- llegada a Barbados, en el Caribe.
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