El agua caliente es uno de los mayores usos de energía para el viajero.
Los sistemas de agua caliente a gas presentan varios problemas:
Funcionan con una eficiencia de alrededor del 40% y su funcionamiento es relativamente caro.
Son vulnerables a la entrada de polvo en los quemadores, lo que los hace poco fiables.
Son voluminosos y pesados si se incluye el peso de la botella de gas y el depósito obligatorio.
El GLP es una fuente de energía altamente inflamable y peligrosa.
Requieren ventilación, ya que consumen oxígeno y emiten gases de carbono peligrosos.
Los sistemas eléctricos de agua caliente tienen varias ventajas:
La energía eléctrica puede generarse mediante energía solar, alternador o ambos, y su funcionamiento es barato.
Son unidades selladas a las que no les afecta el polvo
Son ligeros y compactos, tanto en versión sin depósito como con depósito
Están protegidos por un circuito de protección creando un sistema perfectamente seguro.
No requieren ventilación.
Agua caliente eléctrica sin depósito
Se denominan comúnmente "agua caliente instantánea" y son compactos y muy eficientes. Sin embargo, para calentar el agua que pasa a "velocidad" se necesita mucha potencia. Por lo tanto, requieren una gran cantidad de potencia, pero utilizan la menor cantidad de energía, ya que sólo están "encendidos" durante un corto período de tiempo.
Para alcanzar 55 ºC a partir de agua fría a 15 ºC se necesitan entre 6.000 y 7.000 W de potencia. A medida que la fuente de agua se enfría, aumenta la potencia necesaria.
Esto es demasiado para los inversores de 6.000 W, por lo que se necesitaba una solución personalizada diferente para el mercado de los vehículos recreativos.
Problema resuelto
Este sistema de agua caliente instantánea funciona con distintos niveles de potencia.
Estos ajustes van de: 2.500 W a 6.000 W.
Una vez que se bloquea un ajuste, el sistema lo retiene en la memoria y se reiniciará después de apagar/encender a su ajuste requerido.
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