Se utilizan en la mayoría de las instalaciones para proteger las tuberías de acero contra la bioincrustación mediante la creación de iones de cobre. Los tamaños estándar van de 60 mm a 120 mm de diámetro y de 100 mm a más de 1.000 mm de longitud. La fotografía muestra el ánodo equipado con una disposición de montaje con brida.
---