Skim es un espumador de alto rendimiento y caudal derivado de estudios e innovación tecnológica en materia de tratamiento del agua.
Skim es utilizado para eliminar bacterias y materia orgánica del agua. Tiene una capacidad de 100 metros cúbicos por hora y puede filtrar partículas inferiores al micrón.
La espuma producida por Skim se forma en la densidad deseada (sistema patentado), se licua mecánicamente sin ningún chorro de agua y consecuentes derroches, y es evacuada por presión, gravedad o mecánicamente.
El agua, filtrada y oxigenada sale del Skim provocando en la cuenca un efecto de circulación.
Skim puede instalarse directamente dentro de la cuenca a tratar o en una cuenca de cojinete periférico.
Además de la función de espumador, Skim permite una oxigenación controlada (programación horaria) y una circulación artificial del agua de la cuenca.
Este método permite una homogeneización de la temperatura y del oxígeno disuelto. Además, la corriente de agua creada provoca un depósito en suspensión del sedimento para una evacuación eficaz.
Skim funciona de modo exclusivamente mecánico, la generación de espuma y su consecuente eliminación permite eliminar una gran cantidad de micro partículas, sólidos en suspensión, bacterias y también algunos virus, actuando de hecho como el corazón tecnológico de la instalación de tratamiento.
Por medio de la regulación de la copela es posible variar la concentración de espuma líquida, controlando la descarga de los líquidos de 2 l/h a 4 m3 /h.
Skim puede suministrarse con flotadores o en instalación fija.