El casco moderno y el aspecto clásico del Trawler 47 esconden tecnología avanzada y máximo confort. Con su excelente autonomía y su amplio alojamiento, el Rhéa Trawler 47 es un auténtico viajero de larga distancia. Ofrece un excelente rendimiento en términos de consumo de combustible y autonomía, tal y como cabe esperar de un Trawler digno de ese nombre.
El puesto de mando es como el puente de un verdadero yate. Ocupa toda la manga, con dos puertas laterales deslizantes. Como en todas las embarcaciones de Rhéa Marine, los desplazamientos y la seguridad a bordo son óptimos. Las cubiertas laterales y las pasarelas son amplias, el francobordo es generoso y el puente portugués es un lugar ideal para relajarse y observar durante la navegación. La cubierta está recubierta de teca maciza, las hélices protegidas facilitan la varada, el casco de semidesplazamiento garantiza un buen movimiento en el agua, mientras que su autonomía de más de 1.000 millas náuticas está destinada a conquistar a los que disfrutan de los cruceros de larga distancia. Reconocible por su proa de arrastrero y su popa de fragata, este arrastrero cuenta con una enorme caseta de pilotaje digna de un yate y un puente de mando con grúa
El alojamiento consiste en un amplio y luminoso camarote de proa, con su propio baño, y otros dos camarotes que comparten un segundo baño. El salón es especialmente agradable, con grandes aberturas que ofrecen vistas despejadas. La cocina contigua está magníficamente equipada y es muy práctica
El revestimiento de la cabina del piloto y las lámparas de techo lacadas en blanco ofrecen un contraste elegante y refinado con las finas molduras de madera
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