La Cruisingbag se denomina, con razón, una bolsa inteligente, ya que no sólo permite comprimir los Parasailors y Parasails en los paquetes más pequeños posibles, sino también cualquier otro tipo de vela de popa. Los cierres, que también se utilizan en el montañismo, se pueden abrir y cerrar sin esfuerzo con una sola mano. La minuciosa elaboración de las bridas de cubierta con las que se puede fijar la bolsa de forma segura a la cubierta es tan notable como el fondo recubierto de aluminio que evita que la humedad se filtre en la vela o, por el contrario, que gotee en su cabina. Además, la vela se puede secar fácilmente gracias a las tiras de aireación instaladas alrededor del Cruisingbag.
Por supuesto, el Cruisingbag también tiene una forma ovalada al igual que el embudo del Easysnuffer, de modo que ambos encajan perfectamente. Y con sus cuatro asas que facilitan su traslado, esta pequeña mochila se siente como en casa, independientemente del lugar donde la coloques a bordo.
A la hora de izar la vela, si tienes una bolsa bien diseñada, desarrollada junto a profesionales de la regata, ya tienes una ventaja no sólo mental. Porque en el interior protegido del viento de la Racelinebag las escotas y las drizas ya están sujetas a la vela. Y, al mismo tiempo, el propio Racelinebag se fija a la barandilla con pequeños mosquetones.
Las anillas del puño de escota sujetas a la bolsa están codificadas por colores, lo que garantiza que la vela esté siempre en la posición correcta de estribor y babor. Los listones instalados en los laterales de la bolsa la refuerzan y equilibran, mientras que los cierres de velcro garantizan que la bolsa permanezca bien sujeta hasta que se vaya a izar. De este modo, la vela se puede izar con facilidad directamente desde la bañera.
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